martes, 30 de septiembre de 2008

¿Cómo apreciar la globalización?


Por Adriana G. Alonso Rivera

“Nos encontramos embarcados en un acelerado proceso de globalización, originalmente económico pero con implicaciones políticas, sociales y culturales de gran envergadura; mismo que trata de homogenizar ideas, de integrar economías y de homologar estilos de vida, entre otras cuantas pretensiones” .
Numerosas confusiones giran en torno a este tema, algunas de ellas, paradójicamente impulsadas por un número considerable de científicos sociales. La más común de estas confusiones surge al homologar términos tales como globalismo y globalización. Aclararé que el primer término gira en torno a la ideología del dominio del mercado mundial y el liberalismo económico; el segundo podría decirse que rebasa totalmente el mero esquema económico, para centrarse en las implicaciones políticas, sociales y culturales derivadas de la compresión espacio-tiempo que acarreó consigo el globalismo.
La globalización, cómo proceso puede mirarse de diversas formas. La manera que me ha sido más útil para abordarle es la que divide al proceso en dos partes: una objetiva y otra subjetiva.
La parte objetiva aborda temas como la liberalización financiera, la desregulación, los cambios en la esfera gubernamental e institucional, además de los avances científicos y tecnológicos, por mencionar los aspectos más importantes. Esta parte es de suma importancia para nosotros los politólogos, debido a que inmersos ya en este fenómeno, el tiempo de la pequeña política ha pasado.
Ahora el Estado ya no constituye la única arena de actuación colectiva, nos encontramos inmersos en lo que Ulrich Beck denomina “un juego de metapoder” más complejo, suprafronterizo, transformador de las reglas de poder, paradójico, incalculable, y subpolítico. Además en el panorama global la concepción clásica de soberanía, así como de autonomía, solo por mencionar algunas, se encuentran por demás erosionadas; lo cual implica una inminente necesidad de emprender un replanteamiento teórico y conceptual.
El conocimiento de la cara objetiva de la globalización nos muestra también que
vivimos dentro de una aldea global de la que no todos somos ciudadanos, ni beneficiarios de las grandes dádivas prometidas por los que la propugnan, sin embargo, también nos acerca a las vías que nos permitan realizar que la globalización funcione para nuestras naciones, es decir, generar nuestras propias recetas para obtener provecho de ella y no solo ceñirnos a los modelos de “desarrollo” que nos son impuestos desde arriba por las corporaciones multinacionales y los organismos internacionales.
Por otro lado, la parte subjetiva, es la cara de la globalización que profundiza en temas como los cambios en la composición social, en la manera de entender las relaciones sociales, transformaciones de lo individual respecto a lo colectivo, modificaciones en la conducta social, alteraciones el modo de vida de los individuos, patrones de consumo, laborales, de identidad etc. Al abordar esta cara de la globalización, podemos darnos cuenta que esta enarbola la libre elección y la pluralidad al mismo tiempo que impone una sujeción uniforme, la homogenidad.
Así mismo, el individualismo, la falta de sensibilidad social y la avidez voraz por el consumo son también males que nos permite apreciar esta cara del fenómeno. Estamos inmersos en la era del vacío. Las relaciones humanas cada vez se tornan más impersonales, las identidades, que son el sustento de las naciones flaquean, la incertidumbre reina.
Hasta el amor se torna líquido como diría Zygmunt Bauman, en general la vida misma.
Esta es una más de las formas de apreciar el proceso de globalización, finalmente agradezco al Mtro. Ruslan Posadas Velásquez de la FCPyS de la UNAM, quien hizo que la globalización hiciera ruido en mi cabeza y me ayudara a comprenderla y abordarla mejor.

1 comentario:

Ruslan dijo...

Hola Adrianne:

Hasta ahora me entero del blog y de que haces referencia a la mala educación que recibiste de mi parte el año pasado...

Realmente el tema es importante y creo que lo peor que podemos hacer es considerarnos alejados de la globalización, pues ella es parte de nosotros. Ahora con lo que me he encontrado mucho es que los estudiantes y muchos maestros se piensan única y exclusivamente como víctimas de la globalización y no como beneficiarios de aquella.

Yo digo que hay que ver las dos caras de la moneda y me atrevo a decir que nosotros que ahora utilizamos este medio de comunicación somos la parte más beneficiada de la globalización...y sin embargo somos su parte más crítica. Paradojas de la vida global y líquida.

Te mando un saludo.